martes, abril 29, 2008

Yo no soy deudor del fisco

Pues resulta que he tenido que presentar mi declaración anual por primera vez.

Antes, cuando laboraba para el Ministerio, la propia área relacionada con esos avatares fiscales se encargaba de dar trámite a nuestro paso anual obligado con Lolita de la Hacienda. Además, nuestras percepciones tampoco eran una maravilla ni nada desorbitante (no rebasábamos los 400 mil que obligan a presentar la declaración), por lo que este asunto no nos quitaba el sueño.

Sin embargo, llegó 2007, El Año Cabrón, e ingresé a la nómina de la Universidad Nacional como profesor de asignatura. En este nuevo escenario ya me ubicaba en la categoría de declarante por la simple y sencilla razón de tener dos patrones. Entonces, para este 2008 me he tenido que preocupar por quedar bien con el Ministro Carstens y sus muchachos del SAT.

Y aquí viene el punto crucial. Resulta que a pesar de tener mis dos hojas de percepciones, en donde ha quedado perfectamente aclarado que no soy evasor de impuestos y que, como contribuyente cautivo que soy, cada catorcena me aplican puntualmente mi descuento, bueno, a pesar de esto, el Sistema de Administración Tributaria ha determinado que debo pagar una cantidad en este abril de 2008: tres mil diez pesos. Hombre, qué bien, ¿no? Tres mil diez pesos que he tenido que sacar de la cartera para no andar con una bolsa del pan en la cabeza, según la publicidad que este año montó Hacienda dizque para concientizar a la población de no hacerse tontos y pagar.

Tres mil diez pesos. Y todo porque doy clases. No sé si ponerme contento de que una calle en Metlatónoc, Gro., pueda llevar mi nombre por mi decisiva contribución en impuestos a su pavimentación, o bien, si ponerme a llorar y a despotricar (como lo estoy haciendo ahora) cuando pienso en todos esos ambulantes y empresarios establecidos que no pagan nada y que andan por la vida cual si hubiesen nacido en Suecia.

Claro, aunque me ha dolido, ya lo he pagado. No soy deudor y ni lo seré. Un compañero de esta nueva oficina me ha soltado el clásico de, no, consíguete un contador de confianza, le das una lana y te evitas del pago. Bueno. Llámenme nerd o teto o lo que sea, pero no es mi línea. Así que, esos tres mil diez pesos ya engrosaron las arcas del Nacional Palacio y se reflejarán en las cuentas y cálculos del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2009.

Sin embargo, la existencia siempre tiene un segundo tiempo para recuperarse. El próximo año ya no tendré que pagar nada y entonces, imbuido no por un ánimo revanchista sino por una legítima aspiración de igualdad y equidad, meteré todos mis deducibles para recuperar algo de esos tres mil diez pesos que ahora han minado mi poder adquisitivo.

En fin.

Al menos con este gesto no seré como Laureano Brizuela, ni como Adalberto Ramones, ni como Paquita la del Barrio, ni como Lupita D'Alessio..., todos ellos ilustres evasores del fisco mexicano.



lunes, abril 28, 2008

(Por fin) Se va el tal Museo Nómada

Una vez fui por equivocación al tal Museo Nómada que el GDF montó de manera bestial en la Plaza Mayor de la ciudad y me pareció una aberración, una tontería, un intercambio de espejitos por oro, una manera de engañar a los tontos de nuevo.

Esas imágenes cursis de niños conviviendo dizque súper bien padriuris con elefantes y tigres y otras rarezas me parecieron del peor gusto kitsch y pretencioso. Tanto tiempo haciendo la fila para ver unas instantáneas que bien podías conseguir en el vídeo sin necesidad de empujones, pisotones y jetas de los demás compatriotas ahí instalados. Hombre, la verdad, qué manera de confundir los arranques megalomaníacos del tal Colbert con arte.

En fin. Lo único bueno del tal Museo es que impidió mayores concentraciones de las hordas Fapistas en el Zócalo.

Adiós y gracias por venir (pero que ya no regrese).



sábado, abril 26, 2008

Confabulario / Consternación

Me encuentro, digamos, consternado. Después de dar mi clase de hoy en el Estado de México he comprado El Universal. Y como muchos otros sábados, lo primero que he buscado entre todo el papel ha sido el suplemento cultural Confabulario, pero sobre todo, la sección llamada "La Silla Eléctrica".

Bueno. Hasta aquí todo iba bien. Sin embargo, en la página tres he visto un recuadro con un recado, digamos, lapidario. Veamos.

Despedida. El viaje terminó. Después de cuatro años y 210 números, confabulario cierra sus puertas (...) Con esta edición, Confabulario se va. Pero de algún modo se queda.

Y ya.

Después, en el área de la referida columna se lee lo siguiente:

El lector que ya leyó la página tres de este suplemento, se habrá enterado de que tiene entre las manos la última entrega de esta columna. La Silla Eléctrica se va a la calle con y todo y chivas.

Y ya.

Sin explicaciones, sin detalles, sin conmiseración por sus lectores.

No oculto que experimento una especie de desazón.

Por años fui verdadero fan de "El Búho", el suplemento cultural de Excélsior entre 1985 y 1999. Muchos dirán que siguieron "Sábado" de unomásuno, pero yo siempre preferí al primero. Cuando desapareció la publicación encabezada por René Avilés Fabila sentí el orfanato cultural. ¿Qué leer ahora?

Letras Libres ha ocupado en los últimos años un poco ese lugar. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, Confabulario se había convertido en la opción del fin de semana. A excepción del inefable Monsi, todos los demás que escribían ahí eran respetables. Bueno, también la sección del plagiador Pérez Gay (José María) era desechable. Pero, por ejemplo, Fadanelli, Blanco, Peralta, et al, sin olvidar a Héctor de Mauleón, habían establecido una especie de nuevo sendero en los suplementos culturales.

Ahora, con esta terrible noticia, todo vuelve al cuestaarriba.

¿Por qué cierran? Pero, sobre todo, ¿por qué no dan explicaciones? ¿El diario los ha censurado? ¿Se han peleado? ¿Fundarán algo mejor? No sé.

Pero de lo que sí estoy totalmente seguro es de que esto es una versión revisitada de la historia de siempre: hay algo que te gusta y, de repente, se acaba. Así pasó con Rock 101, con Radioactivo, con El Búho, con Confabulario...

Todo está destinado a irse a la mierda tarde que temprano. Todo.




viernes, abril 25, 2008

Jagger & Richards

Para nadie es un secreto que la relación entre Keith Richards y Mick Jagger ha sido difícil y, en ocasiones, tortuosa. Es decir, ambos son seres míticos e irrepetibles, por lo cual su convivencia puede llegar a ser explosiva tanto al nivel de la creación como de la destrucción. Dos seres como ellos es difícil que vuelvan a coincidir en el tiempo y en el espacio.


La amenaza de separación de los Rolling Stones ha estado presente desde el primer día de su existencia. La apuesta por un paso efímero ha sido lanzada cualquier cantidad de veces al aire. A día de hoy ha sido derrotada una y otra vez. Sin embargo, el fantasma sigue rondando. Quizás uno de los puntos más álgidos de esto tuvo lugar en la década de 1980, cuando estuvieron apartados algunos años. Sin embargo, en esa y en otras ocasiones han regresado juntos y fortalecidos para emprender periplos mundiales que ninguna otra banda del planeta ha hecho jamás.


Ahora, en 2008, a casi 46 años de existencia, los rumores sobre una fractura definitiva del grupo vuelven a tomar fuerza. Lo anterior debido al reavivamiento del eterno conflicto amor-odio entre Richards y Jagger después de un intenso periodo de interacción de tres años por la gira A bigger bang.


La noticia tiene algo de sentido. Las declaraciones que han hecho ambos en los últimos días agregan argumentos a la hipótesis. Por ejemplo, Richards ha llamado "loco de poder" a Jagger al describir su comportamiento cotidiano, mientras que éste ha dicho que para escribir una biografía primero hay que acordarse de su propia vida, en relación al libro de próxima aparición sobre el recuento de la existencia de Keith.


Lo anterior podría pasar como simples dimes y diretes normales y cotidianos entre monstruos de la historia. Sin embargo, existe otro factor que no se debe descuidar. Me refiero a la suspensión temporal de la gira en el verano de 2006 luego de la operación de Richards motivada por un hematoma cerebral. El ya ahora clásico y multimencionado episodio de la palmera en Fidji. En aquella ocasión Jagger montó en cólera por la suspensión no sólo de los recitales, sino de los compromisos comerciales, sobre todo, por algo que consideró como una inmadurez de Keith. Esto lo confirmó la propia ex esposa de Mick, Jerry Hall.


En fin.


Yo como fan de los Stones de toda la vida estaría en contra de la separación, claro. Una parte del poder legendario del grupo es mantenerse juntos a más de 45 años de su creación. ¿Cuántos grupúsculos sólo sobreviven al primer éxito?, ¿cuántos tienen una vida efímera?, ¿y cuántos no duran algunos años, pero con un paso por el mundo totalmente prescindible e intrascedente? Los únicos competidores serios de los Stones sólo duraron en la palestra 10 años y a día de hoy uno de sus líderes está más preocupado por los avatares de su divorcio que por crear música.


Cuando salí del concierto que dieron en el Foro Sol en febrero de 2006 tuve la sensación de que esa había sido la última ocasión que los veía en vivo. ¿Por qué? No lo sé. Sólo una corazonada que se apoya en hechos como el inevitable paso del tiempo y por la siempre presente posibilidad de la desaparición física tanto de ellos como de nosotros.


Hoy deseo fervientemente que los Stones no se separen, ni hoy ni nunca. Es decir, es poco probable que vuelvan a montar la gran caravana planetaria, pero lo ideal sería que llegaran al término de sus días juntos e inmortales.


Tal cual siempre ha sido.





Para cerrar, dos notas relativas a este suceso.






Quieren científicos cadáver de Keith Richards
Redacción EXonline


Médicos de todo el mundo insisten en que el guitarrista inglés Keith Richards done su cadáver en apoyo a la ciencia, para que sea investigado y descubran el milagro de su supervivencia a tantas drogas, a través de su sistema inmunológico.

El también compositor de la legendaria banda The Rolling Stones, al respecto declaró que “los doctores quieren mi cuerpo cuando me vaya. Aparentemente tengo un sistema inmunológico increíble. Tuve hepatitis C y me curé solo. Ellos quieren estudiarme y descubrir cómo aplicar esto a otra gente para mejorarla. Me alimento de la peor forma, me he metido cosas terribles y estoy bien”.

A sus 64 años, el rockero lleva una vida normal y sin complicaciones, lo que muestra su máxima tolerancia a las sustancias tóxicas, ya que cabe destacar que pasó gran parte de los años 70 adicto a la heroína y vivía en excesos.

Hace unos días, El guitarrista de The Rolling Stones confesó que cuando viajaba a Estados Unidos le era complicado llevar su ‘equipo’ para drogarse, por lo que recurrió en algunas ocasiones a una juguetería para comprar jeringas.






The Rolling se fractura
El Universal


Un diario londinense asegura que tras 45 años la banda se separa; serios conflictos entre Richards y Jagger, los motivos.

LONDRES.— La legendaria banda británica Rolling Stones planea separarse definitivamente tras 45 años de tocar juntos, por peleas constantes entre el vocalista Mick Jagger y el guitarrista Keith Richards.

Según reveló el diario inglés Daily Mail, después de haber sido la banda más productiva y lucrativa de los últimos años, los Rolling Stones se separarán y dejarán de tocar en vivo.
“Están apareciendo rajaduras en la relación entre Mick Jagger y su compañero de banda Keith Richards”, explicó la publicación.

“Se rumora que los días de giras internacionales de los Rolling Stones están contados, debido a la guerra de palabras que dividen cada vez más a los dos miembros principales”.

La dupla, considerada la fuerza creativa detrás de los Stones, se conoce desde hace más de 50 años, tras haber estudiado la primaria juntos en una escuela de Dartford, en el condado inglés de Kent.

Uno de los más recientes episodios es que Mick Jagger, quien ya cumplió 64 años, se burló de la autobiografía que saldrá dentro de poco publicada por el guitarrista de la banda Keith Richards.

“Para escribir una biografía primero hay que ser capaz de acordarte de tu propia vida”, apuntó Jagger.

La relación entre los dos miembros de los Rolling Stones siempre fue difícil, pero empeoró debido a su gira maratoniana Bigger Band, porque los dos pasaron excesivo tiempo juntos durante los últimos años.





jueves, abril 24, 2008

Breves de jueves

Como ya había escrito días atrás, esta oficina en la que ahora me encuentro prestando mis servicios se parece mucho a la APF de los noventas. Ahora agregaré dos puntos a aquella lista inicial. El primero es que los pagos al personal se realizan los días 10 y 25 de cada mes, contra los clásicos 15 y 31 de su contraparte. El segundo es que la declaración de bienes patrimoniales todavía se hace en papel. En contraste, desde los tiempos de Fox se acude al Declaranet en línea para el caso de los funcionarios públicos. En fin. Detallitos, pues.

He leído en un blog que consulto de vez en vez que el tijuanense Heriberto Yépez aparecerá en un programa de televisión del Canal 40 el próximo viernes. Se trata del que sale antes de Confabulario y que conducen Leonardo Curzio y Ricardo Raphael. El asunto se salva cuando hay invitados interesantes, cuando no es bastante cuestaarriba soportar los dimes y diretes etílicos-pretenciosos de ambos, pero sobre todo del primero (México es el país con más politólogos y literatos por metro cuadrado de Latinoamérica).

Bueno, pues comento esto porque me interesa ver a Yépez en acción. En sus textos logra buenos puntos, a veces medio confusos y desordenados, pero llamativos a final de cuentas. Claro, no debemos olvidar que tiene bastante resentimiento social que refleja en sus artículos y opiniones, pero no por eso es de baja calidad su trabajo. En fin. Por esto y otras cuestiones es atractiva la oferta de verlo y escucharlo mañana.

Atrapados en el 2006


Los aztecas pensaban que la historia era circular. Que daba vueltas en lugar de moverse hacia algún lado. Y tal vez tenían razón.

En México damos vueltas en torno a los acontecimientos históricos. Y la historia se repite y se repite. Seguimos atrapados en el pasado. Seguimos atrapados en los acontecimientos históricos.

Todavía nos pesa la conquista española y gritamos “Viva México y mueran los gachupines” cuando se menciona a Mouriño y familia. ¿Y qué decir de 1848? Todavía seguimos culpando a Estados Unidos de todos nuestros males por la pérdida de los territorios del norte. También rescatamos a Juárez y la Reforma cuando se habla de que los sacerdotes participen en política.

Y cuando a alguien se le ocurre pensar en siquiera discutir algún artículo de la Constitución de 1917 sacamos a relucir la Revolución Mexicana. Y también seguimos atrapados con la matanza de 1968 que todavía impide que los gobiernos mexicanos apliquen la ley con la fuerza pública, pues eso equivale a “represión”.

¿Y qué tal con las elecciones? Los fraudes históricos todavía forman parte de la conciencia colectiva: desde el fraude a Vasconcelos hasta el fraude a Cuauhtémoc Cárdenas. Y para alguna parte de la población también el extraño y personal “fraude” de 2006, que se le hizo a López Obrador aunque no a los diputados y senadores. Pero ahí seguimos. Atorados con la historia. Dando vueltas en el mismo lugar. Peleándonos con los fantasmas del pasado.

Más de alguno justificará la obsesión con las elecciones de 2006. Hay sin duda una parte de la población que está convencida que a López Obrador le robaron la Presidencia. Llevamos ya casi dos años discutiendo eso y podemos seguir el resto del siglo en lo mismo.

Sin embargo, el construir toda una estrategia política sobre ese supuesto es un callejón sin salida. Aun suponiendo que dicho fraude existió, el bloqueo sistemático al gobierno de Calderón da satisfacciones sicológicas pero no ganancias políticas. Puede ser una actitud digna no reconocer al “espurio”. Ello puede complicarle la vida a Calderón pero la verdad es que tampoco ayuda ni a López Obrador ni al PRD, el cual está “así” del precipicio.

Seguir atrapados en el 2006 impide ver el 2009 y el 2012 y el 2015… El filósofo estadounidense James Freeman Clarke decía que un estadista piensa en la próxima generación en tanto que un político en la próxima elección. Tal vez habría que añadir que un político mexicano en realidad no piensa en la próxima elección, sino en la elección pasada. Al menos ese parece ser el caso de López Obrador y sus seguidores. La meta no es ganar el 2009 o el 2012: la meta sigue siendo ganar el 2006.

La obsesión con los abusos, reales o supuestos, del pasado tiene sin duda un impacto directo en el tipo de juego que un actor político lleva a cabo. El convencimiento de que ocurrió en el pasado algún abuso define una estrategia en la cual lo que menos importa es respetar las reglas del juego. El convencimiento de que se perdió el campeonato de futbol por culpa del árbitro es la justificación para jugar fuera de la cancha.

Y eso es lo que están haciendo AMLO y los radicales del PRD: juegan fuera de la cancha, tal vez con la esperanza de que la liga de futbol colapse y se instaure otra liga donde ellos puedan ser los campeones.

En un sistema democrático consolidado, quienes juegan fuera de la cancha están condenados a la irrelevancia política: al final no tienen ni puestos en el gobierno ni presupuesto, lo cual los vuelve marginales. En México no está claro que ello vaya a ocurrir de manera automática.

Seguramente en 2009 veremos las consecuencias de la estrategia radical de López Obrador: el PRD, o lo que quede de él, tendrá una baja sensible en la votación, pero ello seguramente radicalizará más a los radicales. Este no es el mejor escenario ni para la izquierda ni para el país.

¿Tendremos alguna vez una izquierda que deje de pensar en las derrotas del pasado y comience a pensar en las victorias del futuro? ¿Tendremos, en suma, un país que piense, por primera vez en su historia, en lo que nos puede dar el futuro y no en lo que se llevó el pasado? Yo también lo dudo…

jorge.chabat@cide.edu
Analista político e investigador del CIDE


miércoles, abril 23, 2008

San Jorge y El Dragón

El Día del Libro, la Lectura y los Derechos de Autor (nombre pretencioso que han dado al 23 de abril) me trae algunas noticias pintorescas y jocosas.

Por ejemplo, que las gallinas quieren al central de Pumas Verón como refuerzo para el que será su efímero paso por la Libertadores. Lo peor, claro, es que la directiva del Club Universidad ha dicho que sí, que cómo no, que sí se los presta y que, en una de esas, hasta se les queda para la siguiente temporada. ¿Qué tal? ¿Rivalidad?, se pregunta El Universal de hoy en su edición en línea. En fin.

Otro asunto es que hoy habrá diversas actividades destinadas a conmemorar el referido Día del Libro y etcétera etcétera. Los culturosos estarán de plácemes. Claro, me refiero a esos culturosos que son de peor ralea que los culturosos normales y que son los de boutique. Es decir, aquellos que sólo bluffean en que compran muchos ejemplares y que se la pasan en actos culturales, pero que en realidad ni los leen ni los entienden. Lo único bueno de este gremio es que más o menos mantienen a la industria editorial con sus compritas.

Por otro lado, en Barcelona celebrarán este día de manera especial. No sólo porque es el Día de San Jorge (o San Jordi), sino porque hoy su equipo se medirá ante los ingleses del Man. U. A mí, la verdad, me simpatizaría más que los súbditos de la reina masacraran a los culés, aún por encima de ese dizque sentimiento patriota de que ahí juegan Márquez y Dos Santos. Ya que Inglaterra no estará en la Eurocopa, bueno, al menos que se lleven la Champions a la isla del antiguo imperio.

Para cerrar, la imagen de la jornada: un nuevo clásico: se trata del coordinador de la bancada perredista (o de al menos una parte de), Javier González Garza, conocido entre sus compadres como "El güero", saludando a la banda de San Lázaro con efusivo ademán.

Vayamos en paz.




"Pa' todos".

lunes, abril 21, 2008

Una tarde en el Olímpico Universitario

Pues ahí tienen ustedes que este domingo fui al Olímpico Universitario a ver a los Pumas jugar contra Toluca. Los boletos habían sido cortesía de la Universidad Nacional y, por lo tanto, no había que dejar pasar esta oportunidad.

La verdad, el partido estuvo bastante aburrido. Es más, aburrido es una palabra en extremo condescendiente. Más bien estuvo desastroso y frustrante. ¿Quién le dijo a Solari que es futbolista (y delantero, además)? ¿Por qué le han renovado el contrato a Ferreti en el banquillo? ¿Alguien sigue pensando que Leandro es un buen jugador? En fin.

Lo único que se salva es --como siempre-- la afición. La nación Azul y Oro nunca deja al equipo. Ayer el Tuca decía en la conferencia de prensa al terminar el juego que estaba apenado con la hinchada. Hombre, pues si eso siente en realidad, que renuncie. Y con él varios de los extranjeros que sólo inflan la nómina del Club.

Bueno, pero que no se piense que todo fue un calvario. No. A falta de fútbol, la parroquia comenzó a hacer varias bromas en la tribuna que amenizaron el momento. Por ejemplo, un tipo repetía la frasesita "hay champaña" cada vez que pasaba el de las chelas con el mismo tonito del vendedor, o bien, una parejita de adolescentes tipo Beavis y Butthead hicieron las delicias del personal con sus arrebatados intentos de cantar la Goya cada 17.3 segundos. También, cómo no, las pumitas en el estadio nunca desmerecieron, a excepción de una señora ya como de 50 años que dejaba ver a todo el palomar su tanga roja con florecitas.

Una temporada más que se va y una decepción más que llega. No sé por qué, pero los gritos de ayer en la tribuna me recordaron la primera vez que fui al Olímpico a ver a los Pumas (por allá de 1994): ¡apúrate güevón!, ¡parece que van ganando!, ¡échenle güevos, güevones!, ¡órale chingadamadre! Creo que no ha pasado mucha agua debajo del puente.

Para cerrar, los infaltables testimonios gráficos de la jornada.




Arribando al Estadio Olímpico Universitario. El único en su tipo en toda Latinoamérica...

La Rebel alentando al equipo.


Siempre fieles.

Y como dijo Calamaro: brindo por la victoria, por el empate y por el fracaso...

sábado, abril 19, 2008

Los Stones eclipsaron a los Beatles

Mick Jagger dio el paso al frente al participar en la manifestación del 17 de marzo en Londres, aunque después el grupo continuó su carrera lejos de las banderas rojas. Por el contrario, John Lennon se radicalizó en los años siguientes.

DIEGO A. MANRIQUE
El País

El año 1968 se vivió como una tragedia en México, Brasil, Checoslovaquia. En París, tuvo mucho de teatro callejero, con los actores procurando no excederse en sus papeles violentos. Pero en Londres fue una comedia de costumbres, donde los protagonistas sabían cómo comportarse y seguían las marcas de tiza en las tablas.

Y lo que allí ocurrió tuvo impacto global, dado que Londres ejercía de capital de la cultura juvenil, un papel que asumió brevemente San Francisco en 1967 pero que la urbe británica recuperó tras asimilar el espíritu hippy. Se creía que la música era omnipotente: David Crosby se asombraba públicamente de que la guerra de Vietnam no se hubiera detenido ante la belleza de Sgt. Pepper. Lo que opinaran las luminarias del rock tenía eco: una de las bazas de la recién nacida Rolling Stone eran las entrevistas-río con cantantes que -atención- no sólo hablaban de música.

Se esperaba ansiosamente la reacción del gran triunvirato ante los rumores de revolución. Pero Bob Dylan, lo más parecido a un profeta que tenía el movimiento, se había acobardado y se escondía en las montañas de Nueva York. Quedaban los Beatles y los Rolling Stones. Fueron estos últimos los que se apresuraron a meter el piececito en las aguas agitadas.

Para ser precisos, Mick Jagger, 24 años, dio el paso al frente. Se presentó el 17 de marzo en la manifestación que pretendía acercarse a la Embajada de Estados Unidos en el Grosvenor Square londinense. Eran raras en el Reino Unido las protestas por esa causa, y menos la participación de jóvenes. Bajo las pancartas, latían intereses contrapuestos: abundaban los pacifistas pero los organizadores pertenecían al Comité de Solidaridad con Vietnam, que apoyaba a la guerrilla comunista.

Muchos de los presentes en aquel acto todavía recuerdan el deleite que recorrió las filas al saber que allí estaba el cantante de los Stones. Habían escuchado a Vanessa Redgrave leer el manifiesto contra la guerra pero Jagger daba otro brillo al asunto. Se había intentado invitar a los Beatles, sin llegar a contactar. Aunque todo se olvidó cuando la marcha degeneró en disturbios, con la policía montada cargando sin contemplaciones.

Aquellas imágenes conmocionaron Washington: ¿cómo es posible que nuestra embajada ante nuestro principal aliado quede sitiada por gente pidiendo la victoria de Ho Chi Minh? Para Mick Jagger se trata de voyeurismo revolucionario. La experiencia quedó reflejada en You can't always get what you want y, especialmente, Street fighting man, un tema abrasivo cuyo estribillo ha servido de coartada para muchas estrellas: "Pero ¿qué puede hacer un pobre chico / excepto cantar en una banda de rock and roll? / Porque en el somnoliento Londres / no hay lugar para un luchador callejero".

Jagger se declaró escéptico ante la posibilidad de torcer el brazo a las autoridades británicas mediante manifestaciones (hace un par de años, se ratificaba en su opinión recordando la imperial indiferencia de Tony Blair a las masas que rechazaban la invasión de Irak). En una posterior entrevista con International Times, la publicación alternativa, Mick lanzaba sugerencias poco prácticas: según él, los manifestantes deberían haber acudido ¡a caballo! Pero su mera presencia sirvió para colocar -por una vez- a los Stones en cabeza de esa amable competición que mantenían con los Beatles.

En aquellos días turbulentos, los Beatles estaban en otra onda. Siguiendo la pista del Maharishi Manesh Yogui, se habían trasladado a la India, para profundizar en la meditación trascendental. Un viaje que les mostró como cabecitas huecas, seguidores de la moda orientalista, pero que resultaría finalmente positivo: al menos a Paul McCartney y Ringo Starr, se les curó la gurufilia; además, compusieron docenas de canciones en aquel retiro para hippies ricos.

A la vuelta, un John Lennon de 27 años percibió rápido el cambio de ambiente. Espoleado por las imágenes del Mayo parisino, escribió Revolution, donde ironizaba sobre los maoístas y sugería cambiar la mente antes de emprender la transformación de la sociedad. Era su respuesta a los que le pedían más implicación en la aventura generacional: "Bien, dices que quieres una revolución / bien, ya sabes / todos queremos cambiar el mundo / pero cuando hablas de destrucción / ya sabes que no puedes contar conmigo".

Típico de Lennon, también grabó una versión donde se ofrecía incluso para la destrucción. Lo que le indignó fue ser amonestado por Black Dwarf, minoritaria publicación marxista. Aparte de comparar desfavorablemente su Revolution con Street fighting man, se le recordaba que el Sistema era implacable: John y Yoko acababan de ser detenidos por posesión de drogas, igual que Jagger y Keith Richards el año anterior, acabando con la presunción de impunidad de los Beatles. Sulfuroso, Lennon respondió con una carta abierta en la que se proclamaba dispuesto a construir lo que sus coetáneos querían aplastar.

Esa correspondencia, reproducida en la prensa underground de todo el mundo, estableció una falsa dicotomía: los Beatles eran políticamente conservadores mientras los Rolling Stones simpatizaban con la revolución. Una simpleza, como demostraría la llegada de Jean-Luc Godard. El cineasta lo ignoraba todo respecto al pop pero, contactado por una productora inglesa, se ofreció a rodar con "los Beatles o los Stones". Aceptaron los segundos, permitiendo que las cámaras rodaran la grabación de un tema emblemático, Sympathy for the devil. A este material, fascinante para iniciados, se unieron unos tableaux revolucionarios que ahora producen rubor.

La película todavía circula, como One plus one o como Sympathy for the devil. Godard terminó peleándose -literalmente- con los productores. No conectó con los Stones, que continuaron su carrera lejos de las banderas rojas. Ahora mismo, se pliegan a lo que sea necesario: para Shine a light, el largometraje de Scorsese, se autocensuraron en dos canciones, incluyendo esos versos de Sympathy... en los que atribuyen responsabilidad colectiva a los asesinatos de los Kennedy.

Por el contrario, Lennon se radicalizó en los años siguientes, financiando causas izquierdistas británicas (incluyendo a un apóstol del black power que sería ejecutado en el Caribe por asesinato) y aportando sus esfuerzos a la facción lúdica de la New Left estadounidense. Una etapa de agit-prop que cerró cuando comprendió que la Casa Blanca no iba a dejar de incordiar hasta expulsarle de Estados Unidos. Al final, el único que le creía un Lenin era Richard M. Nixon.




viernes, abril 18, 2008

Réquiem

Experimento una flojera inusitada. Quiero dormir, quiero tomar una bicicleta y pedalear por el campus, quiero beber cerveza y ver fútbol, quiero volver a esa época en la que la vida se regeneraba cada viernes por la tarde.

En fin.

He leído el editorial de una revista que se llama Etiqueta Negra y que se edita en Perú. Me ha gustado y por eso aquí lo comparto.



"Réquiem por el hombre que me imprimía las fotos, hoy dedicado al honorable oficio del taxi ilegal. Réquiem por los carteros, por el wing derecho y por los litografistas (el Word me subraya en rojo litografistas; réquiem). Réquiem por los mecanógrafos con olor a Olivetti. Réquiem por el actor que perdió la audición por un humanísimo muñeco 3D, más barato y menos complicado. Réquiem por el astronauta que tiene los pies en la tierra y espía, desde Boston, robots que pasean por Marte sin temor a no volver. Réquiem por los payasos que no pudieron sobrevivir a Barney y sus amigos. Réquiem por los boticarios y parteras; por los impresores de enciclopedias de mil tomos, unos cien kilos organizados, hoy, en USB del tamaño de un dedo. Réquiem por el policía de la esquina y bienvenida la cámara controlada a un mundo de distancia por un adicto al café. A propósito de esto, réquiem por la señora Techi, quien tenía un café muy lindo al lado de una tienda que se convirtió en Starbucks. Llegará el día, lo sé, en que los libros sólo se leerán en una pantalla de plasma y las revistas serán posibles nada más que un punto com. Ni modo: réquiem por mí. Por mi futuro".

Daniel Titinger, "Réquiem", en Etiqueta Negra, año 6, número 58, p. 6.

Paz

Llámenme oportunista o snob, el caso es que estoy leyendo por estos días a Octavio Paz. Esto quizás un poco motivado por el aniversario 10 de su fallecimiento y por la polémica que generó la negativo de los diputados federales de grabar su nombre en las paredes de San Lázaro.

Ya antes había leído algunas cosas de él, por ejemplo, Itinerario, libro en tono autobiográfico que me agradó bastante. También algunos poemas sueltos por ahí y, sobre todo, su constante referencia entre los autores de Letras Libres.

Muchos prejuiciosos dicen ah, la derecha, cuando te ven leyendo algo del único Nobel mexica o cuando hojeas LL en algún lugar público. En fin. Si Paz es la derecha, habrá que reconsiderarla como forma de gobierno que genera algo.

Ahora que está todo este merequetengue de las Adelitas y AMLO y la toma del Congreso y las elecciones inacabadas del PRD y demás, no está de sobra darse una vuelta por los apuntes del Paz ensayista político en --por decir algo-- Pequeña crónica de grandes días. Ahí, su crítica a esa izquierda violenta y dogmática, incapaz de criticarse a sí misma y de proponer algo viable en el mediano plazo, tiene una vigencia inusitada en estos días aciagos de 2008.

En lo personal, cada vez me siento menos identificado con las izquierdas. El punto es que las derechas existentes tampoco me convencen.

Me jode esto, pero creo que no lo puedo evitar: a día de hoy, como muchos otros mexicanos atolondrados, me declaro "apartidista".

Hace falta algo.



miércoles, abril 16, 2008

Invitación y artículo

Bueno, primero va una invitación a la presentación de una revista que se llama Generación y cuyo más reciente número está dedicado al punk. El acto tendrá lugar en unas horas más (a las 19.30 del jueves 17), exactamente en un antro que se denomina "El Under" y que está en Monterrey, 80, en la colonia Roma.

¿Por qué la exhortación a asistir? Porque dicho ejemplar lo coordinó mi colega Morcillo.

Segundo, un texto de Mauricio Merino que nos ayudará a comprender un poco lo que sucede entre esos dos bandos que aún no logran reconciliarse en el país y cuya última batalla tiene lugar bajo el pretexto de la iniciativa de reforma energética presentada por el Ejecutivo al Congreso. Veamos.



¿Qué motivos tienen los seguidores de López Obrador para acompañarlo? Especulo: en algunos casos, la convicción de estar contribuyendo a impedir la privatización del petróleo; en otros, la lealtad y las historias políticas compartidas; en muchos más, la pertenencia y la identidad con un grupo, una bandería o un lugar de trabajo, más 150 pesos. Pero en la mayoría, creo que se trata del puro gusto de participar en un movimiento iconoclasta y reactivo, que expresa su hartazgo con el entorno que le rodea. Como diría Luis Buñuel: nomás por joder.

Frente a esas poderosas razones, el discurso institucional que se opone a las estrategias ideadas por el movimiento de López Obrador no causa la menor mella en sus partidarios, y más bien tiende a consolidarlo. Si antes fue víctima del desafuero orquestado por el gobierno de Fox, ahora es la cabeza de una inconformidad que tomó al petróleo (como hubiese tomado cualquier otra causa) para ponerse en acción.

Ese movimiento no sólo quiere combatir la exclusión, sino organizar a los excluidos. El argumento central parece decir: ya nos quitaron todo, y ahora nos quieren quitar el petróleo. Y aunque sea impreciso, pues el petróleo no era de todos, el movimiento lo toma como un símbolo que ejemplifica y conmueve, mucho más de lo que puede explicar.

¿A quién le importa el “tesoro escondido”, si ese tesoro nunca ha estado al alcance de los jodidos? A los hijos de la Malinche, diría Octavio Paz, que son los hijos de la chingada; esa mujer violada por el poder, al que después se entregó con gusto: la madre colectiva de donde venimos. Quien haya diseñado esa campaña nunca leyó tampoco a Samuel Ramos: mientras más riqueza anuncian los poderosos, más amenazante se vuelve para la gran mayoría de los mexicanos.

¿Qué edades tenían o dónde estaban durante el sexenio de López Portillo, cuando íbamos a administrar la abundancia y acabamos ahogados en excesos y corrupción? La inconformidad con la reforma energética no tiene nada que ver con el crecimiento económico. ¡Es la cultura política, estúpido!

Maestro de la política, López Obrador se está convirtiendo de más en más en el símbolo de los despojos sufridos por el pueblo de México. La caricatura de su presidencia legítima podrá hacer reír a sus enemigos, pero transmite un coraje que reivindica las muchas derrotas que han sufrido sus partidarios.

Es todavía mejor que el subcomandante Marcos, pues éste representa a los grupos indígenas, sin serlo él mismo, mientras que López Obrador encarna personalmente la derrota de una política que apostó por los pobres sin esconder nunca la cara. Y al contrario de Marcos, mientras más duros han sido los ataques de sus opuestos, más visibilidad ha ganado y mejores cuentas le ha rendido a sus partidarios. ¿No era su lema político, acaso, el de la honestidad valiente?

De otro lado, está el sentimiento de culpa de buena parte de la clase política y empresarial del país. Nadie se atreve a decir cosas políticamente incorrectas (aunque intenten hacerlas). Por ejemplo, que la privatización de Pemex podría traer capitales y negocios nuevos a México, a cambio de romper el símbolo inequívoco de la soberanía revolucionaria.

Quien lo dijo fue el presidente Lula, con la confianza de quien tiene la conciencia tranquila y grandes éxitos con el uso de energía alternativa. Pero en México, ni siquiera la derecha más recalcitrante se anima a publicar lo que piensa y dice en privado. Por eso la privatización se ha vuelto una palabra maldita, confirmando sin duda que López Obrador está situado en el punto correcto: si nadie se atreve a decirla, es porque algo malo debe tener.

La estrategia seguida para defender la reforma, además, apunta solamente a los entendidos. ¿Pero cuánta gente comprende los dilemas tecnológicos y financieros que envuelve la iniciativa presidencial? Como si lo dijera Casandra, mientras más grita menos se cree.

No es privatización, pero los particulares podrán invertir en refinerías, transporte, sistemas de ductos y distribución de petróleo y de gasolinas. No habrá inversiones privadas, pero sí habrá contratos multimillonarios para explorar donde Pemex jamás ha llegado. No habrá acciones en bolsa, pero sí habrá “bonos ciudadanos” que ofrecerán mejores rendimientos que el banco.
No es necesario añadir más para despertar las sospechas de siempre: si no hay cambios de fondo, ¿para qué entonces tanta complejidad? López Obrador tiene una sola respuesta: porque nos están dando gato por liebre. Y esto sí lo entiende cualquiera, aunque haya reprobado matemáticas y español durante toda su vida.

El PAN y el PRI tienen los votos indispensables para reformar el marco legal, y probablemente lo hagan tras eliminar la privatización de refinerías y de los sistemas de distribución del petróleo o sus derivados. Seguramente será una buena noticia que Pemex gane autonomía de gestión, mayor vigilancia pública y se desprenda, ojalá, de las rémoras administrativas, burocráticas y sindicales que la han convertido en una empresa tan pesada como corrupta.

Pero eso no significará la derrota automática del movimiento rebelde de López Obrador y sus seguidores. Podrán sacarlos de la tribuna legislativa, que está convertida en un campamento. Pero les habrán dado otro triunfo para su cuenta heroica.

Con todo, la batalla en la que estamos metidos habrá de seguir su curso. ¿Qué sigue? Cualquier cosa que suene a nuevos despojos. Hasta que estalle o hasta que entiendan.

Profesor investigador del CIDE

Mil 500

Con esta publicación el Sex D' Bur ® llega a la cantidad de mil 500.

Trabajar para la Universidad tiene mucha relación con laborar para la Administración Pública Federal mexicana... de la década de 1990. Veamos.

Por ejemplo, aquí aún ingresan los lustradores de calzado hasta las entrañas mismas de las oficinas, mientras que en el Ministerio ya los habían restringido sólo a la entrada (y a un máximo de dos). Acá las oficinas aún tienen ese mobiliario clásico de los noventa (escritorios, percheros, archiveros... todo de madera), además de que los lugares están individualizados en cubículos que pueden cerrarse y evitar cualquier contacto con el exterior. Allá, sobra decirlo, todo era de un tiempo a la fecha como escenario de redacción de diario gringo por el canal Sony, es decir donde todos están a la vista de todos y no hay privacidad en aras de alcanzar eso que suelen llamar "transparencia". En la Universidad aún se pueden instalar y usar programas como el mensajero instantáneo y el iTunes, al tiempo que los puertos USB están disponibles para todo y para todos. En la APF, no. De hecho, creo que la diferencia más fuerte es que, desde aquí, puedo escribir directamente en blogger.com y desde allá era imposible.

Otro aspecto crucial es el de los horarios: mientras el ex presidente Ernesto Zedillo intentó poner orden en la hora de entrada y de salida de los funcionarios públicos a finales del siglo pasado, señalando en el Diario Oficial de la Federación que la primera era a las 09.00 horas y la segunda a las 18.00, acá aún se aplican esas largas jornadas burocráticas-grilleras del corte del viejo PRI (¿hay algún nuevo?) consistentes en ingresar por ahí de las 10.00/10.30 y salir hasta que la última luz se apague o hasta que el mero patrón se retire a sus aposentos, lo cual puede ocurrir por ahí de las 22.00 horas o, en casos extremos, pasada la medianoche.

La indumentaria es otro factor, ya que mientras por los rumbos de los federales andar de traje y corbata es casi casi religión y eres mal visto si no te ajuareas así, con excepción de los casual friday, claro, en el sector académico vestir de esa forma sólo es algo a lo que se acude cuando hay una verdadera necesidad, o bien, cuando ocupas una posición de alto directivo. Aquí la cuestión es más bien andar disfrazado como de intelectual progress.

Sin embargo, aquí y allá y por todos lados en los que se materialice y exista una oficina ciertos rasgos son comunes y no cambian ni cambiarán hasta el final de los tiempos: las pequeñas luchas internas, los egos, los protagonismos y las sonrisas Made in China (ergo, piratas).

Yo, por lo pronto, hoy he dejado en el armario mi traje y me he venido pandrosón (a donde fueres, haz lo que vieres...).





Argentina es Stone

Siempre que ando bajón de energías y ánimos recurro a los Stones: llego a mi piso, busco entre mi colección de dvd's y coloco alguno en el reproductor. Ver a Keith, Mick, Charlie y Ronnie en acción me reconforta y me inyecta sangre nueva.

Ahora he visto el más reciente, el de la gira A bigger bang. Un capítulo del cuarto disco me estremece (bueno, todos, pero quizás éste tiene algo especial). Se trata del que tiene lugar en Argentina, país en el que dieron dos recitales en febrero de 2006 (unos días antes de su arribo a la Ciudad de México).

¿Y por qué digo que me estremece? Por la verdadera pasión que muestran los argentinos por los Rolling Stones. Un fervor genuino para con Las Majestades.

Ahí podemos ser testigos de gente corriendo detrás de su autobús en las calles luego de su aterrizaje, a motociclistas que caen sobre las aceras pero que no claudican en su afán por mirarlos unos segundos, a las hinchadas stonianas coreando cánticos como de fútbol y brincando afuera del hotel a las dos de la madrugada, a la gran masa humana a tope y ondeando las camisetas durante el concierto en el campo de River, a las banderas blanquizaules con la mítica lengua al centro y la leyenda Argentina es Stone pintada en negro en las barras superior e inferior, al hijodeputa suertudo que se subió a abrazar a los Stones al final del concierto...

Hombre, veo esto y me dan ganas de estar ahí.

En la Ciudad de México la reacción también fue fervorosa, pero quizás no tanto. Me jode esto.

Los argentinos no son santos de mis devociones. Pero algo habrá que admirarles: su pasión. Y quien sea fan de los Rolling Stones merece todos mis respetos.

Salud.




sábado, abril 12, 2008

Breves del fin de semana

Yo no sé qué espera la directiva de Pumas para echar a Ricardo Ferreti del banquillo y a los extranjeros inoperantes del club. Imagino que está deseando que nos instalemos con firmeza en el lugar que a día de hoy ocupan Puebla y Veracruz en la antesala del infierno, o bien, que para el siguiente torneo le hagamos los honores a las gallinas en eso de estar al fondo de la tabla general sin ver la luz al final del túnel. En fin.

Pues bien, ganaron los poblanos el duelo del orgullo y el odio regional. Yo creo que con este resultado está más que dictada la sentencia y el próximo semestre veremos a Veracruz disputar sus encuentros en los campos de Salamanca y de Ciudad Victoria contra los Petroleros y los Correcaminos. La verdad, se lo merecen. No su gente, claro, pero sí sus directivos y los gobernantes que quisieron meter sus manotas en lo que no les debería incumbir.

Guadalajara acaba de derrotar a las gallinas y éstas siguen instaladas en el peor de sus fiascos de toda su historia. El Atlético de Madrid se dejó empatar al final de su partido contra Valladolid y no termina por convencer dentro de su cuarto lugar de la liga española. El próximo miércoles juegan las selecciones de México y de China en Estados Unidos, en un partido que ni a los propios orientales les ha de interesar (lo suyo son las olimpiadas y el exterminio del Tíbet).

Bueno, en otro temas, me preocupa de sobremanera que las carteleras de los cines mexicanos (entiéndase esto por los de la Ciudad de México, claro), a estas alturas de la vida, es decir en abril de 2008, AÚN NO PRESENTAN EN SUS AVANCES AL FILME SHINE A LIGHT SOBRE LOS ROLLING STONES.


¿Nos pasará igual que en la gira Live Licks de 2002-2003? Es decir, que México quede fuera del tour y, en este caso, de la exhibición de la película. Espero fervientemente que no. Ya suficiente tenemos con los aquelarres que están armando las AMLO Army por las calles del D.F como para agregarle más fruta a la piñata.

Y hablando de este asunto, las tribunas del Congreso siguen tomadas. No deja de extrañarme que los perredistas y sus compinches del FAP (limón) estén sumamente preocupados por no permitir que el horroroso gobierno malo neoliberal le venda nuestro precioso petróleo a las arpías extranjeras, pero que no digan nada de su malograda elección interna que ya lleva más de tres semanas varadas en el peor de los cochineros posibles. O bien, que tanto se escuden en la democracia cuando eso de andar tomando por la fuerza las zonas de deliberación del Legislativo sea más cercano a los regímenes totalitarios.

No sé por qué, pero todo esto me recuerda mucho a esas imágenes de los debates del CGH que se celebraban a puerta cerrada y con alambre de púas de por medio entre la hinchada brava y los dizque líderes del movimiento. La fotografía de la Sra. Ibarra dormitando sobre las curules de Xicoténcatl y la escena del Sr. Monreal comiendo tacos en San Lázaro no hacen más que redefinir de manera incansable la palabra ridículo.

Hay tanto debate en los diarios sobre todo este aquelarre que es difícil seguir la pista a todas las opiniones. Claro, me refiero a las que valen la pena y no a esos jilgueros que se la pasan justificando cualquier sinsentido de esos tipos que actualmente tienen secuestrada a la izquierda de este país (tanto a la popular como a la exquisita, es decir al PRD y al PSD... ninguna de las dos se salva).

Sin embargo, aquí hay algo rescatable entre todo ese mar de tinta que, al ritmo que llevamos, amenaza con ser más abundante que el petróleo que supuestamente aún nos pertenece, pero que hay que ir a por él hasta los mismísimos aposentos de Neptuno.

Mientras tanto, seguiremos derritiéndonos en este calor de primavera atípico.

Adelante.


Siete décadas de gobierno priísta han dejado herencias culturales y administrativas que impiden consolidar una transición democrática y que probablemente seguirán ejerciendo un peso importante en la vida nacional durante muchos años más.

Algunas de estas herencias están a la vista: sindicatos todopoderosos anclados en una legislación forjada en el corporativismo del régimen de partido hegemónico. Otras son más difíciles de percibir pues forman parte del marco mental de una parte de los mexicanos. Estas últimas son más perniciosas y más difíciles de erradicar, pues han sido asimiladas por una parte de la población desde la infancia y son prácticamente imposibles de cambiar.

Esta herencia cultural consiste en una visión autoritaria de la política que simplemente no puede conectarse con una perspectiva democrática. Este esquema mental tiene sus propios marcos de referencia.

Primero, la democracia no existe; es sólo una estratagema de las clases dominantes para explotar al pueblo. Por lo tanto, las leyes y las instituciones son sólo un instrumento de dominación de las clases dominantes (PRI, PAN y los que se junten en el camino). Segundo, el conflicto en la sociedad es antinatural. Por lo tanto, aquellos que tienen diferentes ideas a las propias son idiotas (en el mejor de los casos) o han sido comprados por el poder. Tercero, como la legalidad no existe, pues el poder manipula y viola las leyes constantemente, uno puede violar las leyes.

En todo caso, hay una moralidad alternativa a la del poder. La violación de las leyes se da por una causa superior. La única manera de enfrentar al poder ilegítimo y sus conspiraciones es por la acción directa. Muchas veces, violenta.

Este es el credo de un parte de la población que aprendió estos valores de un sistema educativo priísta que exaltaba (y sigue exaltando) la violencia como forma de cambiar a las sociedades y la unanimidad de la opinión como un valor superior, así como de una práctica gubernamental que se basaba, efectivamente, en el engaño, la represión (o sea, el uso ilegal de la fuerza pública), la conspiración y la manipulación. Este aprendizaje se refleja en algunos sectores de la izquierda, que curiosamente son los únicos que abiertamente reconocen su falta de fe en el credo democrático, así como en alguna parte del priísmo y en sectores conservadores, los cuales raramente expresan públicamente sus ideas antidemocráticas.

Sobra decir que la falta de fe en la democracia es el origen del desastre de las elecciones internas del PRD y es el telón de fondo de la protesta “pacífica” de las brigadas lopezobradoristas las cuales, como los “ladrones viejos”, tienen su propia moral: violamos la ley y bloqueamos el funcionamiento de las instituciones pero, eso sí, de manera pacífica.

Ciertamente un requisito fundamental para que funcione la democracia es que los actores se comporten de acuerdo a estas reglas, más allá de sus creencias personales. Si una parte de la población no funciona con la lógica democrática y no ve problema alguno en expresar abiertamente que no va a respetar la ley y que quien piensa diferente es un traidor a la patria, es obvio que el sistema democrático liberal no puede consolidarse.

Frente a este panorama, y partiendo del supuesto de que hay una parte importante de los mexicanos que creemos y queremos consolidar un sistema democrático, el Estado mexicano tiene que ejercer dos acciones básicas. Por un lado, debe incluir en las escuelas primarias la enseñanza de los valores básicos de la democracia, como la importancia del estado de derecho y la naturalidad de la diferencia de opinión, y dejar de exaltar a la violencia y a los violentos. Por otro lado, debe castigar cualquier violación a la ley, empezando por las propias.

Ciertamente parece tarea imposible, pero hay decenas de países en el mundo que han logrado que su población se comporte de acuerdo a los valores democráticos y que los actores políticos actúen de acuerdo a las reglas de la democracia liberal. No veo por qué los mexicanos no podamos hacerlo.

Analista político e investigador del CIDE

viernes, abril 11, 2008

The Segunda Division Rock Show

Una de las cosas que se habían borrado de mis hábitos durante la jornada laboral era escuchar BBC 6 Music por internet. En el Ministerio, como ya varios de ustedes saben (porque lo he repetido hasta el cansancio), varias funciones tecnológicas nos estaban censuradas a los humildes funcionarios públicos. Me refiero a la instalación de programas (como GMail Notifier, Real Player, iTunes, entre otros), al uso de los puertos USB (para conectar el iPod o las memorias) y, claro, el acceso a los sistemas instantáneos de mensajería (el mazinger, pues). Acá, como también ya lo he dicho otras ocasiones, el mundo de los ordenadores y sus ventajas se nos abre sin limitantes (al menos hasta ahora).

Bueno, entonces decía que desde mi nueva trinchera he podido volver a escuchar los programas que me gustan de la radio pública británica, por ejemplo, el Bruce Dickinson Rock Show y el Natasha Weekend Breakfast, ambos por la frecuencia 6 de la BBC. De hecho, en este momento escucho los gritos desaforados del vocalista de Iron Maiden mientras acaba de presentar "You really got me". Sin duda, algo que sube la moral.

En otro punto, este fin de semana tiene lugar el partido más bravo de la Liga mexicana. No me refiero al dizque clásico de las gallinas contra las chivas, ni tampoco al Pumas versus chemos. Más bien volteo la vista al infierno y al tercer mundo para encontrarme con el Puebla FC contra Veracruz del día de hoy en el puerto.

Descenso, gobernadores megalomaníacos y adictos al poder, odios regionales históricos, muchos millones de pesos..., todos los ingrendientes están listos para dar un gran partido. De hecho, anoche veía en el telediario que una caterva de mozalbetes jarochos recibió a gritos, escupitajos y pedradas al autobús Estrella Roja que transportaba a los blanquiazules. La escena me pareció medio de pena ajena porque era una mezcla de barrita (de petatiux) argentina con "Adelitas" del Peje Comando. Lo peor fue cuando dizque arribó la municipal a poner orden (¿alguien cree que este acto no contó con la tolerancia de las autoridades?) y los imberbes corrieron cual si hubiesen visto bajar al Chelís dispuesto a batirse a madrazos con los rijosos.

Repito, a mí ninguno de estos equipos me quita el sueño. Pero sí pago por ver el desarrollo de la confrontación en el campo y afuera del Estadio Luis de la Fuente. Por siempre los duelos entre poblanos y veracruzanos han estado aderezados por el odio y el rencor de dos aficiones que son vecinas y, por lo tanto, se detestan y se necesitan.

Este encuentro, por cierto, sólo se podrá ver por Sky...



jueves, abril 10, 2008

El hígado es un perro que se avienta por la ventana

La guerra frontal contra la enfermedad avanza, pero no podemos declarar victoria. Unos valores se han estabilizado. Sin embargo, hay tres datos que siguen instalados en la columna rosa, la misma que agrupa a todos aquellos que están "fuera de rango".
Lo que más me jode es que cada vez que veo esto me acuerdo --sin querer-- de una canción de un tipo boricua que se llama Juan Luis Guerra (por cierto, él abrió el concierto de los Stones en su natal Puerto Rico en febrero de 2006..., y la tal rola es una que dice que cada vez que una chica no lo mira se le suben las bilirrubinas, aunque no especifica si se trata de las directas, las indirectas, las totales o de todas al mismo tiempo).

En fin.

Por cierto, en una nota de El Universal de hoy me he enterado que el hígado tiene su propio día. Es decir, casi como el Día Internacional de la Mujer, el Día del Osito Panda o el Día de Mr. Amigo. En efecto, cada 16 de mayo se conmemora el Día Nacional del Hígado (cfr. http://www.eluniversal.com.mx/articulos/46516.html) y, por lo tanto, hay una serie de actividades al respecto.

Entonces, pues ya iremos pensando cómo agasajar a este órgano vital dentro de este buroblog y no quedarnos fuera de los festejos. Igual se me ocurre un atascón de transaminasas y colesterol, o bien, un paté de fuá (o como se escriba) y un hígado encebollado de fondita del mercado (ahora pretenciosamente llamados "bistrots"). Quizás un ultrasonido o una radiografía en la cual conozcamos a nuestro amigo. Aunque lo más seguro es que sólo le demos un apretoncito cariñoso.

Ya lo dijo Tom Waits, Bad liver and a broken heart.




miércoles, abril 09, 2008

Nuevas

Bueno, pues aquí van unas nuevas.

Primero, el asunto de la salud continúa. He ido a recoger los resultados de los nuevos análisis y ahora el punto viene desde la zona alta de mi organismo, es decir desde la garganta, sitio donde se ubica una cosa que se llama tiroides. Bueno, aquí la cuestión es que no funciona al 100 y esto afecta a otras áreas de esa gran corporación que se denomina Mi Cuerpo, Inc. La compañía de seguros me pide que el gastroenterólogo justifique el por qué de estos nuevos estudios para el reembolso. Lo que él me había dicho antes es que uno de los afectados por la flojera de la tiroides es el hígado. Aquí llevo ya las pruebas. Por otra parte, hoy hubo sesión de sacada de sangre para comprobar el funcionamiento hepático. Mañana veremos cómo sigue esta guerra frontal contra la enfermedad.

Segundo, el asunto de la oficina toma forma y sube la temperatura. Asumo nuevas responsabilidades y ahora me toca estar del otro lado, es decir de aquellos a los que alguna vez critiqué desde el Ministerio. Me refiero a que muchas veces eso de los "nuevos" ha sido factor de discordia y malestar entre los locales. Bueno, pues ahora yo soy un "nuevo" que, para algunos, está ocupando atribuciones que por razones históricas no le correspondería. Interesante fenómeno. ¿Se trata de méritos, de que "ya me toca", de que al final del día es eficiencia o de que aquí, como en otros sitio, se trata de caerle bien al personal? Repito, interesante. Una faceta desconocida que quiero abordar y que --espero-- me sirva para ir creciendo.

Tercero, el asunto de la reforma energética ya está en el Congreso. Yo, para ser honesto, me declaro no avezado en el tema. Que si van a privatizar, que si van a estatizar, que si tal por cual, no lo sé a ciencia cierta. ¿Para qué cubrirme con la bandera nacionalista o con el discurso tecnocrático a ultranza? Yo, repito, como la gran mayoría de mexicas, no conozco los detalles de la cuestión. ¿Es culpa mía? En parte, por no leer. Pero también no descuidemos que ni el gobierno federal informa bien ni los ultraizquierdistas exponen con claridad sus ideas. Todo es gritos y sombrerazos. En fin. Lo que celebro, en verdad, es que la Administración Pública Federal en turno tenga cojones para presentar esto que, bueno o malo, implica un ejercicio de desempeño de las atribuciones. ¿Para qué queremos gobiernos que no hagan lo que tienen que hacer?

Cuarto, el asunto del fútbol no hay que descuidarlo. No me refiero a Hugo y tal, sino a los alicaídos Pumas. Ya lo he dicho antes, con el Tuca ya no vamos a ninguna parte. Nos salvó del descenso, perfecto. No nos hará campeones. Necesitamos un cambio ya. Bueno, y por otra parte, el viernes hay un partidazo: Puebla FC versus Veracruz. Uf. Un clásico regional que promete sangre, sudor y lágrimas. Todo con el aderezo explosivo de la Segunda División a la vista. Yo, por razones históricas de familia, estaría con los rojos (mi madre nació por esos rumbos). Yo, por razones históricas de geografía, estaría con los blanquiazules (viví 17 años en un pueblo poblano). Al final de la jornada, que gane el menos peor.

lunes, abril 07, 2008

Abril Absolut

Este fin de semana estuvo bastante movido. Una visita relámpago al pueblo por el fallecimiento del padre de mi colega Brenda. Poco a poco se está haciendo algo más común que antes el enterarse de la muerte de familiares de nuestros amigos. Como leí en el Letras Libres que llevaba conmigo cuando mi madre estuvo hospitalizada en Puebla (noviembre de 2005), the suffering is going to come to everyone someday...

Hay un asunto que ha pasado como desapercibido, pero que sí es digno de mención: las tales "adelitas" (mujeres simpatizantes) que López Obrador está organizando en grupos para "defender" al sector petrolero de su "privatización". ¿Y por qué digo que me preocupa? Porque este tipo de organizaciones no distan mucho de las utilizadas por los grupos de ultraderecha (los de a deveras, me refiero) para intimidar o agredir a sus contrarios. Además, se trata del típico caso de mandar mujeres por delante para inhibir el uso de la fuerza pública.

Esto me recuerda varios capítulos de la historia política de mi pueblo poblano, en donde de vez en vez ciertos lidercillos campesinos sitiaban el Ayuntamiento poniendo hasta enfrente a sus mujeres --algunas embarazadas-- para obligar a que nadie les pudiera marcar un alto. Si algún municipal se atrevía a tocarlas se armaba la rebambaramba y el aquelarre. Sin embargo, nadie decía nada sobre la manipulación y la cobardía que mostraban esos dizque machos aguerridos. Bueno, pues algo así está el asunto de AMLO y su "heroica" defensa del petróleo nacional.

Por cierto, entre los miembros de eso mismos ejércitos feudales están varios intelectuales destacadísimos (y otros chafas). Me refiero a Lorenzo Meyer, en el primer caso, y a los clásicos e infaltables Monsi y Poni, entre los segundos. ¿El Dr. Meyer se encargará de bloquear la carretera México-Cuernavaca junto a sus exquisitos estudiantes de la licenciatura en Relaciones Internacionales de la antigua Casa de España en México? ¿O quizás estará al frente de la Brigada Tata Lázaro que pondrá barricadas a la salida de la estación Candelaria del subterráneo de la Ciudad de México? La verdad, espero que esto sea sólo un mal chiste.

Muchos dizque izquierdosos se quejan amargamente de que la ultraderecha panista y El Yunque y todos esos villanos favoritos de los culturosos están organizando la venta de México y, sobre todo, el golpeteo sistemático hacia sus enemigos. Bueno, a la fecha no he visto que se llame a esos supuestos grupos ultras a organizarse para golpear perredistas ni a sus simpatizantes. Es más, ni siquiera durante el plantón en Reforma los empresarios y los ciudadanos afectados contraron golpeadores para derribar sus campamentos. En México los más violentos ciudadanos son los punks que persiguen a los emos en la Glorieta de Insurgentes (y Fernández Noroña, claro).

Sin embargo, este dudoso título ya lo están reclamando las tales "adelitas" que se encargarán de resistir a diestra y siniestra el embate del horroroso gobierno malo que intenta vender lo que es de todos nosotros.

En fin.

Otro asunto que es digno de mención a esta hora de la mañana es la publicidad que ha lanzado el vodka Absolut para invitar a los mexicanos a consumir alegremente su producto. En la fotografía que encabeza la campaña se ve un antiguo mapa de México, en el cual el color que lo identifica dentro del continente americano es inusualmente grande. ¿La razón? Es la geografía que teníamos cuando aún los norteamericanos no nos quitaban la mitad de nuestro territorio.

Esto, claro, ha generado todo un encendido debate en los Estados Unidos. En México sólo unos diarios han comentado el acontecimiento.

Yo, si pudiera beber, lo primero que haría saliendo de la oficina el día de hoy sería correr a los ultramarinos a comprarme mi botella de Absolut y brindar por el acontecimento.




domingo, abril 06, 2008

La risa en vacaciones

Bueno, no había comentado aquí que el fin de semana pasado fui a Acapulco a pasar 20 horas de sol y calor, pero también de aguas bastante sucias y de los últimos resquicios del asueto religioso.

Aquí van algunas instantáneas sobre el asunto.



Llegando a nuestro destino: la playa chilanga por tradición y antonomasia.


La vista desde el hotel. Nótese que casi no hay sociedad en el agua debido a la suciedad del mar acapulqueño.


Dicen los que saben, que Beirut es como Acapulco. Entonces, hagan de cuenta que esto es la capital de Líbano.

No soy yo en el parachute, sino un mono (estilo luchador) que vendía un ídem en la playa...

viernes, abril 04, 2008

Adelante

Bueno. Vamos para adelante. Este día ha estado bastante agridulce, pero es necesario cerrar con fuerza.

Aquí van dos cosas de la banda de rock n' roll más grande del planeta, del actual y del que pueda seguir existiendo hasta el último de los días. No tengo ni siquiera que decir su nombre. Ustedes ya lo saben.

Lo primero es una nota respecto a un proyecto que encabeza la página You Tube para preguntar cosas a Keith Richards y a Mick Jagger. El segundo es el vínculo al tráiler del filme Shine a Light (Scorsese, 2007), el cual ya estamos verdaderamente ansiosos por ver en las salas mexicanas.

Adelante.



¿Qué les preguntarías a Mick y a Keith?
El portal de internet Youtube.com permite hacer cualquier pregunta a los miembros de los Rolling Stones
El País

Mick y Keith quieren responder a todas las preguntas "ardientes". O por lo menos eso es lo que aseguran desde el popular portal de vídeos Youtube.com, que desde hoy permite subir vídeos con preguntas a los veteranos miembros de los Rolling Stones. Con esta entrevista virtual el portal inaugura la serie Living Legends (Leyendas Vivientes) y de paso le da algo más de publicidad al documental de la banda que Martin Scorcese estrena en todo el mundo.

"Bienvenidos a la premier de 'Leyendas vivientes'", dice un sonriente Jagger como introducción del vídeo, en el que no figuran Ron Wood ni Charlie Watts. "Es un honor ser los primeros. Es tu oportunidad para hacernos preguntas ardientes", invita el sexagenario vocalista del grupo. Keith Richards, el legendario guitarrista de la banda, aparece sólo para balbucear algunas frases, y agrega "manda tus preguntas y veremos lo que podemos hacer".

Y tendrán que hacer mucho ante la curiosidad que despierta la más grande de las bandas activas de rock. Poco a poco comienzan a llegar las inquietudes de los miles de fans del grupo.

En los vídeos que ya están en la red hay preguntas de todo tipo. Sam, de 43 años se presenta como un cantante amateur de karaoke, que ha comprado "legítimamente" la música de los Stones. Quiere saber qué opina el grupo sobre los tributos que se suben a la página. Otras son muestras de devoción absolutas. Es el caso de Claude, de Sudáfrica, que pide a la banda le "den un oportunidad" y que lo visiten en su casa, donde les promete mucha fiesta y unos coniertos fabulosos.

Rusty, de Indiana, en los Estados Unidos, pregunta a Mick si sus célebres movimientos sobre el escenario tienen nombre. Muchas otras preguntas muestran curiosidad por la opinión del grupo de las nuevas tecnologías y la amenaza que Internet y la piratería representan, según los usuarios, para los derechos de autor de los músicos en general.



Y aquí la dirección...

http://www.elpais.com/videos/cultura/Trailer/Shine/light/elpepucul/20080403elpepucul_7/Ves/

Cartas de Copilco

Me parece que aquí mismo había dicho que la vida burocrática de esta nueva oficina se parece mucho a la que se tenía en la APF antes del sexenio de Fox: cubículos diseñados a la vieja usanza (individuales y cerrados), cierta tolerancia a fumar en los baños, largos horarios que terminan por ahí de las 21.00 horas y que tienen un intermedio de dos horas para comer.

Ahora me he dado cuenta de que también en la entrada de la oficina algunas señoras ofrecen sus productos (ignoro de qué) a través del camuflaje en enormes bolsas negras. Un punto ineludible de los usos y costumbres burocráticos, sin duda. Aquí adentro no he detectado aún el mercado negro de los cacahuates y los chicharrones, ni el de las tandas o la venta de Betterware (extraño esos catálogos lustrosos cada inicio de mes), pero seguiré al acecho. Sin embargo, algo que sí he notado es que algunos se organizan para jugar fútbol en canchas cercanas, lo cual es como sano y fomenta el trabajo en equipo (al menos en teoría, claro).

Acá también hay reloj checador y lista de asistencia. Acá también hay estructuras jerárquicas y secretarias y operativos y demás. Acá también hay quien pone música clásica y quien sintoniza Digital 99.

Intento avanzar en este texto escuchando a Suffocation. Sin embargo, la tarde va lenta, lenta, lenta.

No hay grandes cosas que contar.

miércoles, abril 02, 2008

Odio y asco en otros temas

Bueno, para que no se piense que en este buroblog estamos cayendo en el juego del imperialismo y del gobierno y de las fuerzas oscuras y de tal y tal y tal, consistente en desviar la atención de lo realmente importante a través de la cortina de humo del fútbol, ahora procedo a hacer un breve repaso de aquellos temas políticos de coyuntura.

El taxista que me trajo esta mañana al campus universitario nos proporciona el primero de ellos: la huelga de la UAM. Es difícil saber con exactitud qué es lo que hay detrás de toda esa gran negociación estancada entre Rectoría y el sindicato, y que ha hecho perder el trimestre a su comunidad. Que si ha sido un fondo de 100 millones de pesos que desapareció, que si la oferta de aumento de las autoridades ha sido deficiente, que si hay bastante intransigencia por parte de los huelguistas. El punto aquí es que se está perdiendo algo mucho más valioso que el dinero y que es el tiempo, tanto de los estudiantes que están matriculados como de aquellos proyectos de investigación que están varados por el parón de actividades. Un detalle: si Rectoría de la UAM sube el porcentaje de incremento salarial ofrecido a los sindicalistas puede inflar el mercado huelguista del país, es decir que al rato otras universidades públicas tomarán como referencia esa cantidad para plantear sus demandas (algo que nos podría pegar directamente por estos rumbos).

Las elecciones inconclusas del PRD es otro de los temas de la agenda. Han pasado ya más de dos semanas y nada de ganadores. Algo que merma la legitimidad de este partido, sobre todo porque gran parte de su discurso reciente ha sido el cuestionamiento del conteo de los comicios presidenciales de 2006 por parte de las autoridades electorales. Algo así como te quejas de algo que tú mismo no puedes hacer bien. Pero también es un indicador de algo mucho más de fondo: la crisis que atraviesan los institutos políticos que dicen representar a las izquierdas mexicanas. Ahí está el PRD y su cochinero (como lo ha afirmado el propio fundador del partido, el Ing. Cárdenas), pero no olvidemos a sus compañeros exquisitos y sofisticados (al menos en teoría), es decir a los Socialdemócratas encabezados por el señor Begné y la señora Mercado. Patadas, empujones, braverías y demás prácticas que creíamos haber dejado en el periodo del priísmo tardío. Lo malo es que la afectación no sólo es para ellos, sino para todos los que creemos aún en la oferta política de las izquierdas.

Finalmente, uno de los temas que sí merecen un análisis más serio y amplio es de la guerra que libran en la actualidad las fuerzas policiales y militares de este país contra el crimen organizado. Este asunto, desde mi parecer, es el más delicado de los actuales. ¿Por qué? Por varias razones, entre otras, porque implica un enfrentamiento frontal y brutal contra la principal amenaza del Estado mexicano. Pero también porque está poniendo a una de las instituciones más importantes del país --el Ejército-- en una posición riesgosa en términos de vulnerabilidad. Además, las pérdidas humanas no sólo afectan a aquellos que fallecen día tras día a través de secuestros, ejecuciones, ajustes de cuenta y demás, sino también a sus familiares y seres queridos. Esto lo menciono porque se puede estar forjando hoy por hoy una generación de herederos de todo este escenario de violencia que repercutirá en el mediano plazo con reacciones mucho más radicales.

En fin. Estos serían algunos de los temas de nuestra particular agenda pública (más allá del fútbol, claro).

Odio y asco en el fútbol (III)

No puedo resistir la tentación de escribir algo, por ligero y breve que pueda ser, sobre un acontecimiento que podríamos llamar histórico en la televisión nacional: la aparición de José Ramón Fernández en un programa de Televisa para analizar la salida de Hugo Sánchez como director técnico de la selección de fútbol del país.

En efecto, en el programa Punto de Partida del martes 1 de abril, conducido por Denisse Maerker, han hablado Javier Alarcón, Carlos Monsiváis y José Ramón Fernández sobre este tema. El punto a destacar aquí no ha sido tanto la llegada a acuerdos o consensos sobre la cuestión dura, en discernir el carácter sociológico del mexicano reflejado en el deporte (es decir, en el fútbol) o en encontrar caminos mágicos hacia el triunfo y el éxito en el mediano plazo. No. Desde mi punto de vista, el hecho contundente ha radicado en observar cómo un periodista de raza y de cepa, como lo es José Ramón, ha ido a la casa de su enemigo histórico a darles una lección completa sobre lo que es ser un referente, un líder y un histórico.

Siempre he admirado a Fernández por su trabajo, no sólo el que tiene que ver con el deporte, sino con ese ejercicio de crítica y agallas que ahora podrá parecer común, pero que si lo ubicamos en la época oscura de la censura en los medios mexicanos, nos dará una idea más clara de lo que su proceder ha significado en la democratización de este país. José Ramón es un tipo de esos que quisiéramos hallar mimetizados en otros campos, por ejemplo, en la cultura y en la política.

En fin. Un eslabón más en esta cadenita de vísceras y emociones al tope que provoca el fútbol en el imaginario colectivo.

Sin embargo, no tengo ningún empacho en reiterar mi admiración por José Ramón Fernández en este momento.